lunes, 17 de agosto de 2009

La venganza

(Continuación del Conde de Montecristo- película/Novela-posible desenlace)-`08-
“Luego de tantos años encerrado, cumpliendo con una condena que no me es propia, puedo regocijarme al tocar tierra, al haber sido arrastrado por la propia naturaleza hacia la búsqueda de la verdad, la libertad y la limpieza de mi honor manchado por personas que no merecen vivir de la manera en que viven”.
Eran las palabras que Dantés había escrito, días después de haber pisado tierra y ubicarse transitoriamente en el hogar de un amigo, que tras tantos años no podía creer de su existencia, y en ese preciso instante, encontrarlo como huésped honorable de su mansión.
Dantés al pisar tierra, luego de tanto tiempo, mantenía su objetivo claro, recuperar todo el tiempo perdido, esclarecer la situación, limpiar su honor y recuperar su vida cotidiana, su felicidad. Edmundo, para cumplir con sus objetivos, necesitaba recurrir a alguien, necesitaba una persona de confianza, pero no íntima, alguien que pudiese ocultarlo por un tiempo mientras planeaba la manera de poder dar por concluida esta tragedia. Pero Dantés no constaba de muchas relaciones, sólo su padre y su prometida Mercedes parecían los más cercanos, pero a su vez problemáticos para afrontar la situación. Sólo le quedaba una persona, el señor Morrel, que le podría brindar un lugar seguro, y sin involucrarse en sus asuntos.
Edmundo recordó la dirección donde vivía y fue hacia allí; sin otra opción a la cual recurrir.
Morrel lo recibió sorprendido y luego de ser partícipe de su larga historia, decidió ayudarlo, o por lo menos brindarle ayuda protegiéndolo en su hogar.
Pasado el tiempo, Edmundo, luego de haber averiguado cómo se encontraban sus seres queridos, llevándose como sorpresa el casamiento de su prometida, Mercedes con Fernando, y más aún, de la dolorosa muerte de su padre; decidió con las pocas fuerzas que le quedaban, seguir luchando por la injusticia que había vivido y por la amarga vida que le había generado.
Dantés ya había planeado todo y sabía cómo realizar su venganza, pero no se encontraba seguro de efectuarla. Pensaba que iba a ser una pérdida de tiempo luego de haber transcurrido muchos años encerrado, llevándose a la memoria las palabras del padre Faria, que lo hacían pensar y reaccionar ante el hecho, dejándolo sin respuesta.
Pero dominando el impulso sobre la razón, decidió dejar de lado todos los planes y el consejo del padre Faria, un hombre de Dios, llevando todo hacia la ira.
Se fue a buscar a Mercedes para avisarle que se encontraba vivo y para entregarse ante ella con todo su amor, dando así final a toda su pesadilla. Pero en medio del camino se encontró con Fernando y no pudo más que ocasionarle la muerte, luego de haberlo golpeado continuamente.
Dantés ya no tenía dominio sobre su persona, se encontraba perdido en un mundo que parecía complicarle las situaciones.
Edmundo no quería recurrir a la violencia para vengarse, pero lo terminó haciendo.
Decidió no pensar más en el hecho ocurrido y se dirigió hacia el único propósito que le daba fuerzas para continuar, Mercedes.
Encontró a Mercedes, pero no se dio cuenta de que ella tenía una nueva vida, que habían pasado muchos años de aquel amor, y no pudo contenerse dando por terminado todo lo que lo seguía manteniendo vivo. Decidió sacarse la vida, clavándose un puñalazo en el corazón, dejando como última imagen su mirada llorosa que se dirigía hacia María.