miércoles, 6 de abril de 2011

Sangre Frita

Cayeron, se escuchó un golpe. Uno de ellos, Marcos Igalde, se mantuvo quieto y enfrentó el dolor. Melina y Paulo alcanzaron a correr con banderas, zapatillas desatadas y lograron inmiscuirse entre la multitud. A los lejos, entre la oscuridad, la sangre en el pantalón roto mostraba una marca que parecía haberse borrado con el paso del tiempo. Pero no, aún, en plena etapa democrática, el eco continúa elevando sin memoria ni perdón. Un conflicto gremial, una revuelta sindical y el enfrentamiento violento que generaba una muerte más entre tanto asesino suelto.

viernes, 1 de abril de 2011

Díscolo




Todavía el silencio le roza la garganta. Escupe con sangre y acumula la gangrena.

Todo porque vuelve de la guerra, todo porque estuvo a punto de no volver.

De pendejo fue esclavo, se crió en una colonia y mataron a sus cuatro hermanos. Cinco años más tarde, escapó en búsqueda de la libertad. Fue allí cuando lo apresaron e hicieron descubrir su propia luz, la que se burla de la muerte. En esos instantes, cayeron relámpagos y le cortaron la cabeza, penetró brillo en los ojos y se le reventaron las pupilas.
Diez años escribiendo su propia historia con una aguja clavada entre las venas. La sangre traspasó las hojas y el viento sentenció respiros en medio de la danza cervical.