miércoles, 19 de agosto de 2009

Viaje Oscuro


(2008)

Me levanté y no pude percibir nada. Fue la única vez que sentí miedo de mi mismo.
Estaba en un hotel que se encontraba camino a Pehuajó, decidí quedarme porque el cuerpo no daba respuestas. Era de noche y sólo pude recordar la entrada del lugar. Tenía mucha iluminación, colores sobresalientes y figuras exóticas. Se llamaba “El Edén”, pero no parecía acogedor.
La entrada era dificultosa. Una puerta que daba a la pequeña escalera de chapa, que a su vez se dirigía a un gran sótano.
Me atendieron rápidamente y me acosté. Más de eso no recuerdo. Luego la ceguera.
Pude salir, me choqué con un hombre, y me trató de borracho. La alfombra se encontraba mojada, y alrededor sólo podía olfatear la humedad que parecía invadir todos los rincones del alojamiento.
Tenía mucho miedo, todavía tenía que salir del lugar e irme a mi pueblo natal. Además tenía el coche en el estacionamiento.
Hacía frío, y escuchaba todo tipo de pasos y voces que daban vueltas en mi entorno. Logré marearme y sentí que todos me tapaban la luz. Sólo sombras creía percibir. Extrañaba los colores, que habían sido los últimos que se acordaba mi memoria.
Me sostuve sobre una mesa, parecía la recepción, por lo poco que recordaba. Era de madera, se encontraba un poco grasienta y con muchas migas alrededor. Traté de expandir el tacto un poco más, y tiré una lámpara que causó gran alboroto.
Alguien me agarró y quiso calmarme. Le dije que no entendía lo que me había sucedido y me ayudó a salir del hotel.
Era la única persona en mi mundo de entonces, qué podía hacer más que confiar en él.
Dijo que me llevaría a Pehuajó, y de repente escuché el motor de un auto que se encendía.