martes, 23 de noviembre de 2010

adiós Primero


Ya lo sé, luego se marchan. Corren en la fuente y se mantienen sanos, como en una carrera hacia la nada. Se muestran sueltos y alegres y solo dicen estar viviendo un sueño.
El martes salieron de paseo sin excusa de por medio, se arrojaron a romper el tiempo y en la noche desaparecieron sin preocupación.
Quisieron salir del tiempo y atravesar el sueño, y hasta consiguieron desplomar el cielo. No lograron darse cuenta, pero a lo lejos, desterraron sus cuerpos.
Y los saludos se escuchan y los besos se sienten. Pronto, en conjunto marchan. Olvidan lo que luego lamentarán.